domingo, 10 de mayo de 2009

Manolo García: Saldremos a la Lluvia 2ª Parte.

' Manolo García: Saldremos a la Lluvia 2ª Parte '
Centro de Exposiciones y Congresos de Ávila
Mayo 2009


' Manolo García en Ávila '
Cartel publicitario C/ La Luna
Mayo 2009

El primer lleno del Centro de Congresos de Ávila ha llegado de la mano de la energía desplegada por Manolo García y que fue devuelta por el millar de asistentes a un recital que será muy recordado. Por quienes le habían visto actuar en otras ocasiones, por quienes le veían por vez primera, por quienes estrenaban el recinto o por las numerosas personas llegadas de fuera, sobre todo de Madrid ('sois la pera en patinete', les dijo al saludarlos), para ver el segundo concierto -tras el de Valladolid- de la segunda gira de 'Saldremos a la lluvia'. Y a pesar que ha sido el más caro de los celebrados en Ávila (35 euros frente a los 25 de la capital pucelana), los asistentes daban por bien invertido el dinero después de escuchar durante casi dos horas y media a quien es uno de los artistas del panorama español más próximo, sincero y fresco a pesar de su veteranía.

 

Es una gira para recintos cerrados, y precisamente en Ávila era la primera ocasión en que disfrutábamos de un recinto así. Y como dijo García, 'de pie o sentados', la gente siguió el ritmo de sus canciones, entre ellas las de su cuarto y último disco (2008), 'Saldremos a la lluvia', con aires griegos, como 'Morder el polvo' o 'No estés triste', pero también las del aires más sureños como el primero en solitario ('Arena en los bolsillos' -1998-), el segundo ('Nunca el tiempo es perdido'-2004-) y el tercero ('Para que no se duerman mis sentidos'-2007-), junto a otras de El Último de la Fila, como cuando sonó 'Insurrección', que fue una entre de las muchas veces que movió a levantarse al público.

 

Entre medias tuvo tiempo para dedicar un tema a los pequeños agricultores y ganaderos recordando los problemas que sufren, para llamar a concienciar sobre los problemas medioambientales o para instar a quienes tienen trabajo no olviden a los que carecen de él (algunos le gritaron '¡presidente, presidente!'), pero también a salir al patio de butacas y lograr ascender a pesar de quienes se lanzaban a él, o aparecer de pronto por sorpresa en lo más alto de la sala para sorpresa de sus seguidores.


Y el concierto que comenzó a las 22.20 del sábado se daba por terminado dos horas después, pero no hubo que insistirle mucho para que ofreciera unos bises, con temas como ´Rosa de Alejandría´ y el que provocó que invitase a subir al escenario para bailar flamenco a varias espectadoras. Para despedirse reunió a toda su banda en torno a él entonando  ¡una ranchera!, uniendo sentimientos de adiós con los de desdén y deseando felicidad a la vez, junto a las figuritas de animales que rodeaban el escenario, porque no hay que olvidar ese universo e imaginario que siempre ha rodeado a Manolo García: desde los antecesores de El Último de la Fila que se llamaron Los Burros en los años ochenta, a su productora (Perro Records) y la proliferación de dibujos animales en sus discos. Ese universo animal le ha convertido es un animal musical. A sus seguidores les entusiasma.

 

Tanto proclamar la canción que convierte en himno ('…y si llueve saldremos a la lluvia/a vaciar el semillero de sonrisas/y esperar cosecha…') que al terminar el concierto en la calle se observó que, efectivamente, había llovido.


Fragmento de un reportaje realizado por Carlos de Miguel en la sección 'Cultura' de el periódico 'El Diario de Ávila'. (Mayo 2009).



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